El conflicto mapuche en el sur, el rechazo del Congreso al nuevo retiro de fondos de jubilaciones, así como la inflación y el proceso constituyente son algunos de los principales desafíos que enfrentó el presidente chileno, Gabriel Boric, en sus dos meses en el cargo, que hicieron que viviera una breve luna de miel con el electorado y la oposición, que llevó a que su aprobación cayera del 50% al 38%.
“El estado en que (Sebastián) Piñera entregó el Gobierno es de los peores de los últimos 40 años, entonces en ese contexto cualquiera la iba a tener muy difícil”, manifestó a Télam el abogado constitucionalista y académico de la Universidad Diego Portales de Chile, Javier Couso, como explicación sobre los complicados primeros meses de Boric, que asumió el 11 de marzo, y la tendencia negativa de su aprobación.
“Desde ese punto de vista no me sorprende que haya bajado la popularidad de Boric, la rapidez sí, pero creo que se va a tender a estabilizar”, añadió Couso.
La situación en el Sur
El conflicto en la macrozona sur, específicamente en La Araucanía, cerca de 700 kilómetros al sur de Santiago, fue de los primeros temas abordados por el presidente, que puso fin al estado de excepción y por lo tanto al despliegue de las fuerzas militares en la región, lo que generó las primeras críticas de la oposición, pero también de grupos de camioneros que pedían mayor seguridad en la ruta que pasa por la zona.
La medida se sumó a una visita de la ministra del Interior, Izkia Siches, a la Región de La Araucanía, para reunirse con la familia de Camilo Catrillanca, un joven mapuche que fue asesinado por Carabineros en 2018.
Sin embargo, el encuentro no se pudo concretar ya que la ministra fue recibida con disparos al aire por residentes de la comunidad mapuche de Temucuicui, por lo que toda la comitiva decidió abandonar la zona y continuar con el itinerario en otro lugar de la región.
A pesar de la tensa situación y la crítica de la oposición, el Gobierno decidió mantener su postura de retirar el estado de excepción en la zona y solucionar el conflicto mediante el diálogo con todos los sectores, incluidos los más radicales, lo que produjo la molestia de camioneros, que realizaron cortes en las rutas a lo largo del país tras el incidente en que uno de ellos resultó baleado en Ercilla, Región de La Araucanía.
Los fondos de jubilaciones
En tanto, el rechazo del Congreso a dos proyectos para el retiro de fondos previsionales generó por otra parte un fuerte rechazo por parte de la ciudadanía, que veía como buena oportunidad un nuevo retiro ante la crisis económica producto de la pandemia y la inflación.
La oposición presentó un proyecto que permitía retirar 10% de los fondos de jubilaciones, mientras que el Gobierno contestó con un proyecto similar, aunque con la diferencia de que este permitía retirar el dinero si era para pagar deudas alimentarias, de salud o vivienda, para evitar el supuesto impacto negativo en la inflación.
Couso evaluó positivamente la intención del Gobierno de frenar los nuevos retiros de fondos previsionales, ya que “es el primer Gobierno que se atreve a frenar una política que sólo habría agravado la inflación, pero que en el corto plazo parecía aliviar a aquellos que están sufriendo la inflación”.
“El haber logrado detener eso no fue popular en su momento, pero fue algo muy responsable. Yo creo que es central que la gente vea que ese esfuerzo fiscal da frutos, en otras palabras, que sienta no una baja dramática de inflación, pero que al menos deja de estar fuera de control”, añadió.
La delincuencia
La violencia y la delincuencia también fueron otras de las aristas negativas que afectaron al jefe de Estado, en una primera instancia por la situación vivida en la macrozona sur, pero que en los últimos meses se ha agudizado en el resto del país, como lo ocurrido con un carabinero baleado en un procedimiento y la balacera en la marcha del Día del Trabajador, que terminó con una periodista fallecida días después de recibir el disparo mientras cubría la movilización.
«La delincuencia común está un poco fuera de control y es una preocupación constante en Chile”, consideró el constitucionalista.
Nueva Constitución
Aunque no está ligado directamente a las acciones del Gobierno, el proceso hacia una nueva Constitución también afecta la imagen de Boric, que se ha mostrado públicamente como uno de los impulsores de la renovación de la Carta Magna y ha declarado en varias oportunidades su intención de votar a favor de su aprobación en el plebiscito obligatorio de salida del 4 de septiembre, que busca ponerle fin a la Constitución de Pinochet, escrita durante su dictadura cívico militar (1973-1990).
A pesar de que la Convención contaba con un apoyo mayoritario, reflejado en el plebiscito de octubre pasado, donde la opción apruebo el cambio de Constitución recibió el 80% de los votos, las medidas tomadas por los convencionales en muchas de sus normas, que ya están en el borrador constitucional, han llevado a un creciente rechazo, que ha encendido las alarmas de los sectores a favor del cambio.
Las encuestas, entre ellas Cadem, han mostrado un crecimiento del rechazo en el plebiscito de salida por la nueva Constitución, que en ocasiones supera al apruebo.
Para Couso, si bien hay cierto apego de Boric con el proceso constituyente, él ha sido muy hábil en tomar distancia en su rol de Presidente.
El analista proyectó que un eventual triunfo del apruebo en el plebiscito de salida sería un hito central para su primer año de administración, “porque va a abrir la esperanza, ya que el país está muy agobiado con tanto conflicto con la inflación y la delincuencia”.
“La eventual nueva Constitución va a abrir la posibilidad de abordar el conflicto en la macrozona sur de una manera institucional y con algo tangible que mostrarle a los pueblos originarios”, añadió.
Couso apuntó que para cualquier administración “el invierno siempre es duro, en el sentido de que baja la popularidad de todos los gobiernos». «La primavera siempre en Chile ha tenido un momento de alza de la aprobación, y si esa primavera empieza con la primavera política que sería una nueva Constitución, Boric se va a afianzar mucho, pero si es ganador el rechazo, va a sufrir el golpe, pese a que se haya distanciado del proceso constituyente”, manifestó.
Más allá de estos desafíos, Boric logró en sus primeros dos meses el visto bueno a algunos de sus proyectos más emblemáticos, entre ellos el alza del salario mínimo, la ratificación de algunas comisiones por el Acuerdo medioambiental de Escazú y la estabilización del precio de la parafina, combustible utilizado para la calefacción.